Martín comenzó su día al igual que todos. Se dirigió a la misma esquina de siempre con su valijita a esperar a alguna persona para lustrarle los zapatos. De pronto, llegó un hombre gigante. Le miró los zapatos de cuero y pensó que la pomada no iba a alcanzarle. Puso manos a la obra y pensó que en vezde un zapato ese hombre tenía en us pies una canoa de cuero enorme. Imaginó mientras lustraba en subirse a ella y viajar por todos lados. Soñar. Imaginar. Mientras viajaba comía riquísimos turrones...
En el siguiente enlace compartido por el Plan Provincial de Lectura se podrá disfrutar del libro:
https://drive.google.com/file/d/0B_I-TJeVVn_LVTZGRVRyMlNIX2M/view
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