Cuenta la leyenda que Anahí, integrante de una tribu guaraní, fue condenada a morir en la hoguera tras luchar en una violenta batalla con un grupo de invasores. Se ejecutó la condena. La joven fue atada al tronco de un árbol donde a sus pies colocaron ramas, paja y piedras. Una llamarada impresionanemente roja como el fuego tapó a Anahí por completo. Cuando parecía que había sido devorada por las llamas se escucha una dulce voz cantar una hermosa canción. Ese canto salía de entre las llamas. Quienes estaban presentes en la escena se quedaron mudos e inmóviles sin entender lo que sucedía. Al día siguiente, se halló en el lugar una montaña de flores rojas.
Así nació la leyenda de la flor que representa el alma indígena.
Fue declarada Flor Nacional en el año 1942 y fue en 2008 que se determinó que el 22 de noviembre sea el "Día Nacional del Ceibo".
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